Sierra de Líbar, espacio y frontera natural entre las provincias de Cádiz y Málaga.
MALAGADITANÍA: Espacio geográfico nuevo, entre lo real y lo soñado, creado por F. Ruiz y F.J. Rodríguez, que engloba la esencia paisajística, histórica y etnológica común de la tierra malagueña y gaditana, unidas en una sola geografía compartida.

CAMINERIA:

Suma de los elementos que componen el camino, el caminante y su entorno.

Estudio de las vías de comunicación, de su relación con el entorno geográfico y social y con los itinerarios físicos, históricos, económicos, culturales y literarios.
Definición del II Congreso Internacional de Caminería Hispánica (Año de 1994).

Si a estas ideas les añadimos las de patrimonio público y entorno medioambiental a defender y difundir podíamos tener un concepto aglutinador de enorme atractivo general y portador de grandes posibilidades en la defensa y puesta en valor de nuestra herencia ancestral...

LA RUTA DE LOS 7 TEMPLOS

Próximamente os invitamos a descubrir una ruta mágica llena de encantos naturales, de fuerzas telúricas y restos del pasado sorprendentes llenos de misterio y leyenda...La Ruta de los 7 templos, un antiguo periplo costero de más de 2.500 años de antiguedad.
http://ruta7templos.blogspot.com















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miércoles, 7 de noviembre de 2007

El Círculo mágico medieval de Arcos de la Frontera

Sin lugar a dudas, quien decida hacer una visita la pintoresca y hermosa población gaditana de Arcos, para nada puede quedar defraudado. Rico y singular es su patrimonio histórico en el que vamos a detenermos por un momento, ante una de sus manifestaciones más extrañas y únicas.

Situado en el mismo centro neurálgico del casco medieval, en la plaza del Cabildo, nos encontramos con la Basílica de Santa María, que fué anteriormente y como dejan entrever algunos detalles aun latentes in situ, la antigua mezquita musulmana del Arkus andalusí. Un período fecundo para la ciudad que la llegó a convertir incluso durante algunos años en reino de taifa independiente.

Pero ahora, no vamos en primera instancia a centrar nuestro atención en dicho templo, sino que vamos a dirigirnos a otro lugar, allí mismo, y que podría pasar desapercibido al despistado, ya que podría creer que se trata de un detalle ornamental común y de poca importancia, con lo cual, caería en un grave error.

Bajamos el primer tramo de escalera y en la acera delante de la iglesia nos encontramos con el único"círculo mágico"´mágico medieval de toda Andalucía, hasta donde yo tengo constancia y no sé cuantos puede haber de su mismo parecido en el resto de España, pero creo que muy pocos.

De los datos que se tiene noticia parece que hay que datarlo en su aspecto actual sobre el siglo XV, pero evidentemente y como veremos en la explicación que intentamos dar a su simbología y significado, debe ser notoriamente más antiguo.

Consta, como podemos ver en la foto más arriba expuesta de 12 piedras rojas y 12 blancas. Las blancas llevan marcadas distintas constelaciones y parece ser que alli se practicaba un ritual verdaderamente extraño a las prácticas oficiales y reguladas por la iglesia. Segun parece, cuando se traía a un niño a la iglesia para el bautismo, sus padres solían llamar a un exorcista para que librase al bebé de espíritus malignos dentro de este círculo protector. Hoy día, dicho rito hace muchísimos años que cayó en desuso, no sabría decir ahora mismo cuando, pero indudablemente esta práctica, aun queda en el recuerdo y debió ser muy importante y fundamental en los hábitos culturales y cultuales de los habitantes de Arcos.

¿ Qué función y sentido podía tener dicho círculo y el rito que allí se practicaba ?. Eso es lo que vamos a intentar aclarar aquí, dentro de las posibilidades de nuestros conocimientos actuales y así esbozar una posible hipótesis de cierta verosimilitud.

Primero vamos a centrarnos en el rito practicado dentro del círculo mágico y luego pasaremos a explicar la posible simbología, dentro del rito, de ese círculo.

Como hemos dicho, está claro que esa práctica no es propia de la iglesia católica y además ocurre justo después de que el niño es bautizado en la basílica. Es un rito de indudable raigambre islámica relacionada con las prácticas sufies y que aún son comunes en Marruecos, como se desprende de la acción de querer proteger al recién bautizado de los malos espíritus bajo el amparo de dicho círculo mágico. Hay constancia de que dicho círculo ya exístia y cumplía su función en época andalusí y además como hemos dicho antes, la basílica contigua era la antigua mezquita de la medina.

Ese rito debió pasar a la población cristiana de Arcos si tenemos en cuenta que la reconquista castellana de la bahía de Cádiz y su comarca, en la que entra Arcos de la Frontera, convertida además como elocuencia su nombre en una de las poblaciones de frontera frente al reino musulman de Granada. La conquista castellana por parte de Alfonso X El Sabio, no eliminó la antigua poblaciñon musulmana, sino que seguía siendo mayoritaria, de ahí que se produjera los hechos de la revuelta mudejar de toda la comarca en el año 1264 y que al final fué sofocada y esta vez si, la población de origen islámico desposeida de sus tierras y traidas nuevas gentes del norte de España. Es en este contexto donde debemos a nuestro juicio situar el traspaso o la reconversión de esa práctica sufí andalusí en práctica después seguida por los nuevos repobladores cristianos.

El porqué asimilaron como algo suyo un rito de ámbito islámico es algo que no podemos saber a ciencia cierta, no sabríamos dar una explicación convincente y sería largo a plantear y debatir, asi que, será mejor pasar ahora a dar una explicación a la simbología de dicho círculo mágico.

SIMBOLOGÍA DEL CÍRCULO MÁGICO:

En diversas corrientes filosóficas de la antiguedad pagana, concretamente el neoplatonismo, en cristianas heréticas de los primeros tiempos, como el gnosticismo, que bebe de las fuentes de dicho neoplatonismo y luego en época medieval con el resurgimiento de herejías como los bogomilos y los cátaros que igualmente hunden sus raices en el gnosticismo y neoplatonismo o en el mundo musulmán, el sufismo, igualmente corriente filosófico-esotérica también considerada herética en este ámbito y de mismas raices, el círculo es la manifestación universal del ser único y no manifestado, o sea, Dios.

El círculo representa el movimiento perfecto e inmutable, sin comienzo ni fin ni variaciones, y por tanto, simboliza el tiempo en su cíclico movimiento circular e inalterable. Es también el símbolo del cielo y recuerdese como nuestro círculo en las piedras blancas tiene representado las constelaciones. El cielo llega así a ser la representación del mundo espiritual, invisible y transcendente. El cielo cósmico y divino en sus relaciones con la tierra, su providencia y su causalidad dinámica.

El círculo, el cielo, lo divino, encierra a un cuadrado o en este caso, dos cuadrados, que son a la vez tanto la representación de lo terrestre, como de evocación de la idea de movimiento, de cambio, en su imagen dialectica dinánica de lo terrenal y lo transcendente, a lo cual el hombre aspira por naturaleza desde su base terrenal, donde va a aprehender como sujeto de un pasaje ya realizar desde ahora, gracias al comienzo de los signos. Nos viene a la memoria en este aspecto las danzas que aún practican los derviches giróvaros turcos y sirios, que son precisamente sufies, y su forma de llegar a través de ellas y sus movimientos circulares a la completa unión mística con Dios.

Precisamente Plotino, el filósofo neoplatónico del siglo III se preguntaba que por qué el movimiento del cielo y las constelaciones era de forma circular y él mismo se respondía al decir que con ello lo que hacía era imitar la inteligencia, debemos entender la inteligencia divina, la del Demiurgo, la del Creador.

Para finalizar tampoco debemos olvidar la simbología del círculo como representación del Paraiso terrenal, expresado claramente, en la la representacion del circulo, el cielo, que acoge dentro de si al cuadrado, a la tierra.

Creo que con esta aproximación simbólica llegamos a entender un poco el sentido tanto del singular e interesante círculo mágico arcence y de los ritos que antaño se practican allí, y como no debemos perdernos de visitar y conservar tan enigmática muestra ornamental cargada de simbolismo mistérico de pasados tiempos. De hecho y según tengo noticias que vienen a corroborar todo lo expuesto, este círculo mágico se puede decir que pese al desuso de su función no ha perdido del todo su sentido y validez, puesto que suele recibir la visita y ser contemplado por seguidores del sufismo que conocedores de su existencia,se acercan complacientes a descubrirlos y asi descubrir las fuentes de sus propias experiencias personales filosófico-religiosas...

Un arcaico santuario ritual de tipo céltico


Hay muchos lugares dentro de la provincia de Cádiz, en que la naturaleza en su generosidad, ha sabido dotar a esta, de unos rincones en que la combinación del paisaje y la historia los hacen realmente atractivos a nuestras sensaciones tanto físicas como internas más primarias.
Son lugares llenos de un encanto y poder especiales, territorio poseido por un "genius loci". Un magnetismo telúrico que nos recorre hasta llegar a lo más profundo de nuestro espíritu ensoñador y que hace que percibamos una realidad distinta que subyace latente en ese entorno, transmitiendonos su propia energía y que enerva aún nuestra piel. Uno de esos lugares en los que se respira una reverente sacralidad motivada por esa interrelacion de las fuerzas primigenias de la naturaleza, junto a la contemplación de antiguas ruinas de pasadas culturas y encuadradas en un enmarcamiento paisajístico único, es la Sierra de Plata.

No es una sierra de gran altura, pues no rebasa los 500 mt., pero al encontrarse circundada a sus piés, por el arco de la ensenada de Bolonia, hace que esta adquiera un aire de verdadera fortaleza ciclópea creada por mitológicos gigantes, como imaginaria y fantástica protección de las evocadoras ruinas de la ciudad romana de Baelo, que allí yacen y que duermen su sueño de hace dos mil años lamidas por las olas del mar del estrecho y barridas sus calles en los habituales días de levante, por los granos de arena de las inmensas dunas adyacentes a los restos, confiriendo como hemos dicho todo ello, un espectáculo grato y soberbio...y al fondo, al otro lado del mar, perfilándose perenne, la silueta de la cercana costa africana. De todo ello, es testigo mudo, un inmutable y eterno centinela, guardián que desde milenios, vigila con su imponente figura solitaria tronco-cónica, perspectiva visual que ofrece desde la ciudad milenaria, y que es custodio en el poder telúrico de la roca que forma su mole, de todo el entorno. Este soberbio Gerión, vigilante de las vacadas retintas que por allí pacen, junto a la orilla del mar y en la vegetación verdosa de los matorrales y pinares que constrastan con la desnuda piedra, no es otro que el monte S. Bartolomé.

Todo este entorno y debido a ser cruce y paso obligado del estecho, ha estado poblado desde tiempos pretéritos, de los cuales son testigos elocuentes, los numerosos abrigos dispersos por los alrededores, llenos con pinturas rupestres y sus figuras esquemáticas, preferentemente en color rojo ocre. Imágenes que en su arcaico lenguaje de signos, nos hablan de una cultura y una civilización anterior a la llegada de los navegantes del otro extremo del Mediterráneo, ¿ o tal vez, ellos mismos vinieron igualmente de allí antes que estos otros para hacer de este su definitivo lar ?. Una cultura de igualmente reminiscencias mediterraneas, que evocan a Creta, Anatolia y el Egeo en los dibujos de mujeres o diosas de cintura entallada y pechos desnudos y hombres esquematizados con sus hachas de combate junto a manadas de animales. De barcos y dibujos astrales, todo ello reflejado en ese lenguaje propio que nos han legado y que ha llegado hasta nosotros desde el Calcolítico y la Edad del Bronce y que corre gravísimo peligro de desaparecer para siempre.
Pero ahora, abstraigamonos por un momento de cuantas maravillas de todo tipo hemos más o menos intentado dibujar en esta semblanza paisajístico-histórica y centrémonos en el que supuestamente es el motivo de este artículo, que no es otro que la posible existencia de un "nementon" de tipo céltico en este entorno y que sería, sin lugar a dudas, el más al sur de todo el continente.Un santuario de tipo céltico que hasta ahora ha permanecido aislado y apenas siquiera vislumbrado. Pasando casi totalmente desapercibido, tanto para los lugareños, como por supuesto, para los especialistas, ya que pese encontrarse casi a un tiro de piedra del conjunto arqueológico romano de Baelo, queda fuera de su recinto de protección.
Uve Topper, alemán apasionado por la riqueza de pinturas rupestres de la zona y que sistematizo en un libro actualmente agotado, titulado "El arte rupestre en la provincia de Cádiz" fué el primero en reparar en la singularidad de su estructura y de la invisibilidad e ignorancia por parte de los lugareños en torno a su existencia enmedio del paisaje, por otro lado excepcionalmente bello y evocador.Conforme a su estudio y sistematización de las pinturas, Topper lo calificó de santuario al aire libre y en total interrelación al propio mundo de las gentes que fueron artifices de las pinturas, es decir, a la Edad del Bronce. Para él, por tanto, sería coetáneo a dichas pinturas y a la cultura que las desarrolló y utilizado como lugar de culto por dichas gentes.
Sin embargo, en la modestia de nuestra perspectiva y de nuestros conocimientos creemos que atribuirlo a la Edad del Bronce es demasiado y más bien y después de haber hecho diversas comparaciones y consultas al respecto, vemos más viable catalogarlo como una construcción atribuible a algun pueblo de estirpe céltica o celtibérica que estuviera asentado por estos contornos de la vieja Turdetania.No era nada raro que las propias ciudades turdetanas contrataran los servicios de mercenarios celtiberos del centro y oeste peninsular. Ni tampoco habría que olvidar el detalle de las diversas razzias lusitanas del siglo II a.c., también pueblo de orígenes célticos, que con o sin compañia de contingentes celtiberos, asolaron Turdetania y en concreto la zona de Gades y el estrecho, llegando a pasar incluso al norte del actual Marruecos en sus correrías. Otra posible explicación a tener en cuenta y que no conviene dejar caer en el olvido para explicar la existencia de dicho santuario monolítico, nos la ofrece también los textos clásicos en sus referencias a Sertorio en su pugna como general disidente contra Roma, y que claramente mencionan que estuvo guarecido un tiempo en la Sierra de la Plata junto a sus tropas, formadas por hispanos celtiberos y demás etnias peninsulares. Todas ellas afectas a su persona, mediante la secular "devotio ibérica".
Tal como lo definió acertadamente el propio Uwe Topper, el santuario es un bloque de roca monolítica bien tallada, dispuesto enmedio de la dehesa, con la base de una torre o pequeño templo de planta casi cuadrada. Se sube a lo alto de él, mediante una escalinata y siguiendo esta, hacer la circunvalación en sentido contrario a las agujas del reloj. Otra escalera con ocho peldaños sube a la planta superior. Desde cierta distancia la imagen recuerda a la de una pirámide escalonada o "zigurath" mesopotámico.Basándonos en estas características y que pueden apreciarse en nuestras fotografías, hemos llegado a la conclusión dicha anteriormente, y es que guarda más que apreciables similitudes y características con diversos santuarios del centro peninsular hispano. Territorio ocupado todo él, por tribus celtibéricas. Nos estamos refiriendo concretamente, al conocido como "Silla de Felipe II" en la Sierra de El Escorial, en Madrid y sobre todo y preferentemente al santuario de Ulaca en Ávila, con el que guarda muchísimo parecido y que fué solar ocupado por lo vacceos...

Cueva Cancho. Un reloj solar de la Edad del Bronce

Cuando intentamos retroceder en el tiempo a los orígenes de la conformación de la cultura tartésica y la fundación de colonias tan importantes como Gadir parece que imaginamos siempre un encuentro desigual. Por un lado a los que vienen a este extremo occidente, los intrépidos navegantes orientales, fenicios, dotados de una excelente cultura y civilización producto de todo lo mejor de las viejas culturas egipcia, mesopotámica, etc a lo largo de los milenios y por otro lado, a los autóctonos, a los indígenas de estas tierras, carentes de toda sofisticación cultural y que en todo caso, van a ser aculturados con los progresos que de oriente traen estos navegantes en sus barcos. Pero creo que nada más lejos de la realidad esta imagen un tanto tergiversada de tal proceso. Es cierto, que estos navegantes fenicios traen técnicas nuevas que aportar a su nueva tierra recién descubierta para ellos, pero no es menos cierto, que los autóctonos habitantes del final de la Edad del Bronce andaluz, son tambien una cultura con su propio nivel de progreso y herederos las grandes culturas de la Edad del Cobre y del Bronce, como Los Millares y El Argar y que tuvieron su foco en estas tierras andaluzas. Estas culturas de Los Millares y de El Argar fueron coetáneas de las civilizaciones minoica y micénica, de la cultura anatólica y del Egipto faraónico e incluso en su cultura material guardan una gran concomitancia con ellas, sobre todo con la minoico-micénica y anatólica. Sólo necesitamos echar un vistazo a algunas de las manifestaciones ruprestes dejadas por los habitantes de la edad del bronce gaditana, para vislumbrar los ecos de Minos y de Micenas, que en unas maravillosas pinturas naturalistas, son visibles pese al peligro de la nula protección a la que estan sometidas y al acecho de los "terroristas" del patrimonio. Son verdaderos monumentos ruprestres, algunos de ellos, verdaderos santuarios dejados como legado por esta cultura autóctona, con estructuras talladas, trabajadas en la propia roca y en la que esos sones de Creta y Anatolia son verdaderamente evocadores y visibles a nuestra contemplación, enmarcados además en unos parajes llenos de singularidad y hermosura manifiestas. Son el legado de la gran cultura mediterránea que aún antes de estas navegaciones fenicias, inundo y se expandió por todo el mediterráneo y germinando en cada uno de sus lugares, de ahí esos ecos y concomitancias que tanto nos llaman la atencion al observarlas, en ejemplos tan elocuentes como la Cueva de las Bailadoras y en la Cueva de las Mujeres. Igualmente nos hablan de su grado de cultura y sofisticación a través de manifestaciones como la Cueva Magro, donde se representa un mapa estelar en determinada fecha del año y la Cueva del Cancho que aqui reproducimos en la que podemos ver una sorprendente representación y uso de un reloj / calendario solar. Por tanto y para terminar, con lo expuesto podemos decir que ese encuentro entre los habitantes de nuestro suelo y los navegantes fenicios, no fué un encuentro tan desigual y que más que un proceso de aculturación, lo que tuvo lugar fué un proceso de simbiosis entre ambas culturas y que el resultado de ello es lo que hay que calificar como Tartessos y que luego tendría su continuidad en la cultura propiamente turdetana y que llega ya hasta tiempos de la conquista y dominación romanas, de la que sus propios literatos empiezan a hacerse eco y a dejar manifestaciones escritas que han llegado hasta nuestros días y que son un soporte fundamental para nuestros estudios y averiguaciones en este tema...



Reloj solar / Calendario de la Cueva del Cancho en Tarifa en la Sierra de la Plata. Durante el solsticio de invierno pasa la sombra por encima de esta pintura rupestre, adaptándose en cada momento exactamente a la curvatura de la figura.Hacia el 21 de diciembre se produce cada año el solsticio de invierno. La inclinación del eje de la tierra causa en el hemisferio norte el día más corto y la noche más larga del año